En el arte, un retrato –del latín retractus- es la representación plástica de la figura humana, principalmente el rostro. El retrato aparece en el siglo V a.C. con los persas, pero es en el Renacimiento cuando adquiere su significado moderno.
El retrato es un trabajo apasionante porque concentra la mayoría de las funciones de la pintura. Supone un recuerdo inolvidable y original que perdura para siempre y un regalo lleno de sentimientos y emociones.
Todos los retratos son realizados a partir de fotografías a lápiz grafito o a carboncillo sobre papel Ingress –para disfrutar de la calidez del trazo y su magnífico acabado- de 108 gr., en tamaño A4 ó A3.